¿Qué es una llamarada solar y cómo puede afectar a la Tierra?
Cómo se producen las llamaradas solares, su impacto en la Tierra y lo que los científicos pronostican para el futuro. Te explicamos todo sobre este apasionante fenómeno astronómico que podría redefinir nuestra relación con el Sol y nuestro planeta.
Hay un fenómeno que suele producirse cada 25 años del que no sabemos demasiado: las tormentas solares fuertes. Según National Geographic, esa es la cadencia en la que se da este acontecimiento, pero cada tres años hay tormentas solares menos potentes.
En julio de 2023, científicos rusos detectaron tres poderosas erupciones solares, una de las cuales llegó a interrumpir las comunicaciones de radio en onda corta, según informó el servicio heliogeofísico del Instituto de Geofísica Aplicada Académico Fiódorov (IPG), de Rusia. ¿Qué es exactamente una llamarada solar y qué consecuencias puede tener?
Qué es una llamarada solar
Las llamaradas o erupciones solares son emisiones energéticas de radiación electromagnética (y a veces de materia) procedentes de la superficie del Sol. Se cree que las explosiones solares se producen cuando la energía almacenada en campos magnéticos retorcidos (normalmente sobre las manchas solares) se libera de repente.
En cuestión de pocos minutos calientan la materia a muchos millones de grados y producen un estallido de radiación en todo el espectro electromagnético. Se emiten desde las ondas de radio hasta rayos X y gamma, como explican desde la Agencia Espacial Europea.
Consecuencias de las erupciones solares
La mayor parte de esta radiación electromagnética es absorbida por la ionosfera diurna de la Tierra y tiene escasos efectos sobre el planeta, según Science Focus. No obstante, estas poderosas explosiones de energía pueden afectar a las comunicaciones por radio, a las redes de energía eléctrica, a las señales de navegación y presentar riesgos para las naves espaciales y los astronautas.
Esto se debe a que las llamaradas solares aumentan la ionización de la atmósfera superior, desprendiendo electrones de sus átomos, lo que interfiere en la propagación de las señales de radio de onda corta utilizadas para las comunicaciones.
Las erupciones solares también calientan la ionosfera, provocando su expansión, lo que supone una amenaza potencial para los satélites artificiales en órbita terrestre baja.
Un escenario más peligroso se produce cuando una erupción solar libera una corriente de partículas subatómicas energéticas hacia la Tierra. Estas «eyecciones de masa coronal», o CME, golpean el campo magnético de la Tierra, apretándolo y sacudiéndolo, y pueden inducir enormes corrientes eléctricas en las líneas telefónicas y las redes de distribución eléctrica de la superficie de nuestro planeta. Las CME también pueden exponer a los astronautas a niveles peligrosos de radiación.
En general, sin embargo, no existen efectos a largo plazo de las erupciones solares, ni para los seres humanos, ni para el planeta Tierra. Este es un resumen de las consecuencias más importantes de las llamaradas solares:
Interferencias con los sistemas de comunicación: las erupciones solares pueden interferir con los sistemas de comunicación, como los satélites, los sistemas de posicionamiento global y los sistemas de radio.
Apagones: pueden causar apagones eléctricos, especialmente en las regiones cercanas a los polos magnéticos.
Radiación: las erupciones solares emiten radiación peligrosa que puede ser dañina para los astronautas en el espacio y para los seres vivos en la Tierra.
Eyecciones de masa coronal: algunas erupciones solares pueden lanzar enormes nubes de plasma solar al espacio que llamamos eyección de masa coronal. Si una eyección de masa coronal llega a la Tierra, puede causar una tormenta geomagnética que interfiera con los sistemas de comunicación y causar apagones eléctricos
En otras palabras, cuando el torrente de energía se emite en dirección a la Tierra, se pueden crear grandes tormentas de radiación, con daño para satélites, sistemas de comunicación y redes de transmisión de energía eléctrica. La parte ‘buena’ de las erupciones solares fuertes es que el chorro de partículas subatómicas energéticas que liberan a menudo nos regala espectaculares espectáculos aurorales.